Pato Cuack pensó muy bien si la idea
que había tomado era buena o no, pero se dijo para si mismo que ya
iba siendo hora de hacer las cosas sin darle demasiadas vueltas, que
al fin y al cabo los patos no son mucho de pensar, son mas de volar,
comer y nadar.
Le surgió un problema debido a su
virginidad tintal, el lugar de su cuerpo estaba mas o menos claro, la
idea puede que también, la claridad de estas ideas eran variables
según tuviera el día. Pero lo que en realidad le preocupaba era
elegir bien, pero que muy muy bien, el estudio de tatuajes donde se
haría algo tan permanente.
Entre las opciones que podía barajar
estaban desde el tatuador facha de su estanque, pasando por el
tatuador nuevo de la orilla de enfrente, desconocido para todos, o
escapar a otro río y ver si alguno o alguna dibujante era de su
agrado a simple vista.
Así que un día decidió que lo mejor
sería dejar el agua, levantar las patitas y hacer algo que no
cuadraba con el ideal de las personas tatuadas, ir de sitio en sitio
preguntando como pato que aun no sabe volar, que le ofrecían, cuanto
cobraban y como eran. Aun a riesgo de que después de escuchar todas
las contestaciones a sus preguntas el tuviera que decirles que a lo
mejor no estaban echos para su piel.
Todo esto que parece lo más normal del
mundo, o que puede parecerlo, el no lo entendía así. Ir de pato en
pato teniendo que mostrarle su forma de ser, su idea, el significado
y juzgando el trabajo artístico de un pato que se gana la vida con
eso, y sobre el que Pato Cuack no tenía ni idea de las técnicas
utilizadas le parecía tan engorroso que creía que lo mejor sería
cogerse un vuelo dirección Miami, se cogía un avión porque aunque
los patos vuelen, de todos es sabido que se cansan pronto.
Al llegar al otro lado del charco,
aprovecharía para matar dos pájaros de un tiro, aunque me tomo la
licencia de usar esa expresión, he de decir que en el contexto no
debería de ser utilizada. Por un lado iría a California,
exactamente a una ciudad llamada Anaheim, y vería a su familia por
parte de padre, conocidos todos como grandes deportistas, un tanto
extraños para Pato Cuack, ya que nadaban sobre agua helada, pero no
iba a ser él quien juzgará a las personas, y menos a familiares. Y
en segundo lugar visitaría Miami, allí todos los patos tenían un
acento mas parecido al suyo, y sabía que la pata Kat Von D, sería
la ideal para que le pasará las agujas que quisiera donde quisiera.
Al final, como podéis imaginar lo más
sencillo fue lo mas engorroso, tocaba buscar.